Creación de valor compartido
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La Creación de valor compartido (CVC), implica crear valor en las empresas e instituciones, generando, simultáneamente, más beneficios y mayor impacto social, para dar lugar a transformaciones de gran impacto y oportunidades para el crecimiento y la innovación en los negocios y la sociedad.
Por consiguiente, la creación de valor compartido se basa en las conexiones entre el progreso social y económico, y tiene el potencial de desencadenar la próxima era de crecimiento mundial y de mayor ventaja competitiva. Cabe destacar que la creación de valor compartido no se trata de filantropía, responsabilidad social, ni sustentabilidad. La CVC es un concepto que relaciona el quehacer de las empresas e instituciones con la calidad de vida de la comunidad, en el más amplio sentido de la palabra.
Si aplicamos esta definición conceptual a las actividades que emergen de las funciones fundamentales de la Universidad, se puede concluir que una preocupación permanente debe ser que el resultado de las actividades que realizan estas instituciones, tenga un impacto en el desarrollo económico, social y cultural de la comunidad. Teniendo presente esta premisa, la Universidad de Concepción, a través de su Vicerrectoria, ha implementado un programa de creación de valor compartido, que considera en la actualidad la existencia de 15 programas que, a través de un trabajo multidisciplinario, abordan temas que van desde la salud y la educación hasta la prevención y la inclusión pasando por los temas de género y responsabilidad social, entre otros.
El objetivo de cada uno de estos programas, desde su propia óptica, es favorecer que el conocimiento y la experiencia acumulada vayan en beneficio de la comunidad a través de la realización de acciones específicas que involucren y tengan impacto sobre las personas y, muy particularmente, sobre las actividades cotidianas que ellas realizan. Así, cada uno de estos programas, han estructurado sus planes de acción privilegiando poder conectar, en sus diferentes ámbitos, a un número cada vez mayor de personas e instituciones. De esta forma, la Universidad responde a la necesidad de ser una fuente permanente de desarrollo regional, no sólo, a través del crecimiento económico, sino que también, y en forma especial, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la comunidad de la cual forma parte y a la que se debe. En el sentido señalado, la totalidad de los programas antes mencionados y que comparten esta filosofía de ver el rol de las instituciones, pretenden lograr un cambio en la forma en la que se conduce la relación de la universidad con la comunidad – en las temáticas de cada uno de ellos – la que realmente contempla un propósito social. Obviamente, no se puede pretender que los problemas de la sociedad sean resueltos por la Universidad, no obstante, dado que tradicionalmente esta tarea ha estado asignada exclusivamente a los gobiernos y a las ONGs, la creación de valor compartido supone una verdadera revolución al fomentar que las instituciones, y en este caso la Universidad, hagan uso de sus habilidades, recursos y capacidad de gestión para liderar el progreso social junto a las organizaciones sectoriales y gubernamentales.
En el contexto señalado, El PROGRAMA INTERDISCIPLINARIO POR LA INCLUSIÓN UDEC (INCLUDEC) apoya la inclusión de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales asociadas a discapacidad en todos los ámbitos de la vida estudiantil, buscando otorgarles igualdad de oportunidades y condiciones.